El amor a través de los ojos de un niño

A tres niños pequeños se les preguntó: "¿Qué es el amor para ti?" Tal vez, como adultos, podamos aprender de las respuestas de estos niños.

Uno de ellos respondió: "Cuando le doy caramelos a mis amigos sin esperar que ellos me den nada a cambio". En otras palabras, dar lo que nos gusta en beneficio de los demás, es una expresión de amor.

Un segundo respondió: "El amor es sonreír a los demás niños aunque yo esté cansado". Esa es también una expresión de amor, la intención de elevar el ánimo de los demás, a pesar de nuestros sentimientos de resistencia.

Un tercer niño respondió: "Amor es cuando llevas todo el día una camiseta que un amigo te ha dicho que es bonita y que le ha gustado verla". Esa es otra expresión del amor, es decir, desear agradar a los demás haciendo por ellos algo que sabes que les gusta.

De hecho, como adultos, haríamos bien en aprender de estas sencillas expresiones de amor para ponerlas en práctica en la sociedad. Sin embargo, hemos crecido hasta convertirnos en personas que, con frecuencia, demuestran el comportamiento opuesto: odio, beligerancia, división e indiferencia. Y eso genera muchas dificultades y sufrimiento en nuestro día a día. La razón es que nuestro amor propio (ese deseo de disfrutar solo para nosotros mismos a costa de los demás) sigue creciendo sin parar y quiere quedarse con todo. 

Sin embargo, esos ejemplos de lo que es amor que mencionan los niños, no han desaparecido del todo. Ahora, como adultos, siguen ahí, como una posibilidad latente dentro de nosotros, y nos dan la oportunidad de empezar a interactuar entre nosotros de manera más desinteresada. Son una forma de superar nuestro ego y mostrar afecto de manera sencilla, como hacen los niños, pero con la diferencia de que, como adultos, lo hacemos desde la plena conciencia y el deseo de crecimiento personal.

Haciendo un pequeño esfuerzo para crear nuevas conexiones entre nosotros basadas en el apoyo y el cuidado mutuo, podríamos superar todas nuestras diferencias.

Hoy en día, a pesar de tantas guerras y conflictos, que solo contribuyen a aumentar el odio entre nosotros, podríamos tratar de buscar en nuestro interior la inocencia que impregna esas respuestas de los niños acerca del amor. Haciendo un pequeño esfuerzo para crear nuevas conexiones entre nosotros basadas en el apoyo y el cuidado mutuo, podríamos superar todas nuestras diferencias. Y acercarnos más como seres humanos. En otras palabras, que las actitudes de afecto hacia alguien más que yo mismo, envuelvan todas nuestras interacciones. Y que eso sea más importante que todo lo que nos separa.